La ortodoncia se puede utilizar a cualquier edad, ya que el proceso biológico implicado en el movimiento dental es el mismo tanto a los 20 como a los 60 años.
Es capaz de corregir la mala posición de los dientes y el maxilar para conseguir una boca saludable y más estética a cualquier edad.
Las fuerzas aplicadas para mover los dientes son muy suaves, por lo que pasados los primeros días no notará nada en especial.
Si, totalmente. Los aparatos de ortodoncia no interfieren en sus actividades habituales.
Se deben seguir algunas recomendaciones a la hora de comer o de cepillarse los dientes, pero no cambiará su forma de hablar. Puede mantener su actividad profesional y las relaciones sociales sin ningún problema.
Ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de la corrección de los dientes y huesos posicionados incorrectamente. Los dientes en mala posición y los que no muerden correctamente unos contra otro son difíciles de mantener limpios, corren riesgos de pérdida precoz debido a caries y enfermedades periodontales, y ocasionan una tensión extra sobre los músculos de la masticación que puede generar dolores de cabeza, síndrome de ATM y dolores varios en cuello, hombros y espalda. Además, los dientes girados o posicionados incorrectamente desmerecen nuestro aspecto.
La ortodoncia puede corregir problemas de mordida, tales como:
Sobremordida: Los dientes superiores cubren completamente los dientes inferiores en oclusión.
Mordida invertida: Los dientes inferiores sobresalen sobre los dientes superiores.
Mordida cruzada: Uno o más dientes superiores ocluyen por dentro de los dientes inferiores.
Mordida abierta: Existe un espacio entre los dientes anteriores superiores y los anteriores inferiores, no llegando a existir oclusión entre ellos pero sí entre las piezas posteriores.
Desviación de la línea media: El centro de los dientes superiores no coincide con el centro de los dientes inferiores.
La ortodoncia puede también corregir problemas tales como:
Diastemas: Son los espacios existentes entre los dientes, los cuales pueden provocar el incremento del riesgo a padecer enfermedad periodontal.
Apiñamiento: Si el maxilar no es lo suficientemente grande para alojar todas las piezas dentarias, puede dar lugar a un apiñamiento de los dientes, el cual puede provocar una gran dificultad en su limpieza, pudiendo dar lugar a la aparición de caries y problemas en las encías.
Las maloclusiones no tratadas pueden derivar en problemas de la articulación (ATM), del habla y de la masticación, problemas en las encías y desgaste prematuro de ciertas piezas dentarias.